*Había dejado bien encerrado al otro ...en la fábrica, no tenía su espada así que sería sumamente difícil que pudiese romper la puerta y escapar o algo semejante, o eso esperaba almenos ella....su camino desde la fábrica abandona la llevó otra vez a la calle, la misma donde lo había encontrado....los puestos de comida aún estaban ahí, abiertos....que bueno, almenos así podría comprarle su hambuguesa y después que de que comiera el otro podría comenzar a llevar una relación más ''amna'' con el pelirrojo.
El puesto de las hamburguesas seguía ahí, se trepó en una de las bancas arodillada, mirándo al vendedor fijamente. Su pinta, la de esa pequeña niña de diez años apenas, una sonrisa infantil en los labios, y una mirada aniñada...sus cabellos castaños bien acomodados, uno callendo sobre otro apenas entre cubriéndo su rostro decorándole, dándole un semblante más adorable, sonrió más infante aún y ladeó su cabeza hacía el vendedor.*
-Hola señor....¿me puede dar un par de hamburguesas, por favor?...-
*El vendedor simplemente sonrió y asintió tras acomodar el mismo sombrero de la niña, para que no se le callece, entonces comprendió la Vizard...un cuerpo pequeño e infante era muy bueno para sobornar a los humanos (?)....sonrió mientras esperaba a que la orden estuviese terminada....todo iba bienen su plan de momento....
Finalmente tras una espera algo larga....el hombre le dejaba el pedido en una bolsa al frente, sonriéndole a la niña, ya era hora de poner la segunda parte de su plan en prueba....metió sus manos en sus bolsillos, sus ojos cristalizaron lentamente y gotas saladas de agua comenzaron a brotar de los ojos recorriéndo sus mejillas....llorando....bajó la cabeza.*
-Y-yo...olvidé....-
*Para hacerlo más creíble, sollozaba....hasta que terminó prácticamente tumbándose en la mesita a llorar como una pequeña infante bruta y torpe....el hombre quizás le llegaba remordimiento...qué mas daba...solo eran dos hamburguesas y tenía bastante clientela...por lo cual el hombre le tocó el hombro para que elevase el rostro y lo hizo, llorándo aún, el vendedor le decía que no había problema que eran regalo de la casa y con ello...internamente la niña hacía una señal de victoria aunque realmente seguía con la pinta de llorona....sonrió suavemente.*
-¿En...enserio?..-
*El hombre asintió y tras un abrazo que le dio...como agradecimiento ....o una indirecta de ''idiota'' o algo así, tomó la bolsa y alegre, risueña incluso, hecho la carrera de regreso a casa, a la fábrica abandonada donde estaba Aleister esperandole...o esperaba llegar y encontrarlo ahí, claro, con el estómago vacío dudaba que llegase muy lejos el Vizard....*