[Ok, entonces será así, mi tema para mi rol será en si parte de la historia de mi personaje...Souseiseki habla en azul y los demás personajes varían de color.
La razón de hacerlo no solo sobre como conoció a su Zampakutoh es por que si será Vizard, sería lógico que eso se incluyese en el examen.]
*Los jardines de la 9ª División, tranquilos y llenos de ''vida''...el viento soplaba y permitía que el castaño cabello de la niña se meciese de un lado a otro, sus ropas eran el usual hakama negro de los Shinigami y haori del mismo color, con una zampakutoh en sus manos, sentada en pose de lotto, con sus ojos cerrados, concentrada...o intentándolo, silente...escuchando el sonido de la naturaleza y concentrándose en escuchar aquel nombre que tanto anhelaba oír, el de la espada que reposaba en sus manos.
Pero la voz no se escuchaba, apenas si un susurró pero muy bajo...como si no quisieran que la niña supiese el nombre de su arma, paciente...espero, tranquila, y aquella voz una vez más se reveló...suave y dulce...como la de un pequeño niño infante, sería obvio que su Zampakutoh tuviese una voz así si la dueña de dicha era una niña.
''Yume...'' y nada más, la voz se dejaba de escuchar antes que terminase de dar el nombre a la niña, pero insistente, seguía tratando de escucharle, concentrándose, aunque esta no le duro mucho por la razón que unos pasos pesados, como golpes en el corredor de la División, de el ''edificio'' que yacía tras de ella prácticamente, le sacaron de la concentración y le hicieron voltear a ver.
Era nada y más y nada menos que el Teniente de la división, no sabía su nombre pues ella siempre le conoció como ''el Teniente''...y jamás preguntó su nombre, pues se sabía bien que el Teniente evadía las preguntas relacionadas a el y su persona.*
-¡Rápido, Sou! ¡Debemos irnos!...
-¡Si, Teniente!...
*Y sin siquiera preguntar que pasaba, se levantaba y tomaba carrera también...acomodó a ''Yume'' en su espalda como siempre la llevaba, pues en su cintura la espada arrastraría y eso sería un poco molesto para ella. El Teniente se le adelantó y ella tuvo que apresurar su paso, un impulso rápido le dejó equipararse al ritmo que llevaba su superior, el cual se notaba bastante serio...como si algo grave pasara.
Mientras salían de las instalaciones de la División y se dirigían a donde su destino, se dispuso finalmente a hablar, a lo que miro a donde el Teniente.*
-Disculpe Teniente...¿qué sucede?...
-El capitán nos ah mandado a erradicar un Hollow que esta atacando un Distrito, nos dicen que probablemente se trate de un Adjucha, así que hay que tener cuidado...
-Un...adjucha...
*Volvió su vista al frente, en menos de lo que se había esperado ya estaban fuera de la División y estaban encaminados a donde su destino, a medida que se adentraban en el Distrito y corrían entre la gente que había por ahí, iba reconociendo aquel sitio, el sujeto de la venta de jarrones de agua...los niños mal nutridos y vestidos, como si de pordioseros se tratasen; sin duda alguna, era el Distrito en el que le tocó vivir cuando llegó a esa la Sociedad de Almas.
Y más adelante...verde, verde y más verde...enormes robles y hojas llenas de vida, abundantes en las ramas de los árboles, el Teniente, quien era alguien joven, de cabello negro corto y ojos rojizos, con una mirada sumamente severa aunque no lo fuese en realidad, piel blanca y las mismas ropas que caracterizaban a los Shinigami, con su Zampakutoh reposante en su cintura, en el lado izquierdo pues el hombre era diestro con la derecha, miró a donde la pequeña Tercero, y con un ademán de su cabeza indicaba en donde estaba su enemigo, en el mero corazón del bosque...mismo bosque donde aquel pequeño se había perdido....mismo pequeño que daban por muerto y que fue la razón por la cual descubrió que tenía habilidad para ser Shinigami, técnicamente era la razón por la cual había entrado a la Academia, proteger a los niños de los ''malos''. La Tercero observó al teniente seguido de tener un vago ''flash'' de recuerdos en la mente, asintiéndole, ambos Shinigami caminaron adentrándose en el lugar....
Silencio y suspenso era lo que sentía la niña mientras el otro, el Teniente yacía alerta a cualquier movimiento o sonido, su mano en su mango de su arma lo indicaba claramente; cualquier cosa que se moviese y que sintiese que fuese peligro, sería eliminada por el pelinegro.
Pero nada pasaba, no aún....y de momento a otro, aves volaron desesperadas, unos gritos de horror y desesperación, mismos que hicieron a ambos Shinigami correr hacía donde provenían dichos y detenerse mirando con asombro como un Hollow de gran tamaño, semejado a un hombre aunque de piel grisácea y una gran máscara blanca con igualdad a la de un cocodrilo y un taparrabos como única prenda estaba con un par de chicos en sus garras sujetos, con fuerza, los niños agonizantes y llorando, suplicando, pidiendo ayuda, pidiendo a sus madres...alrededor de este gran ser una escena rojiza, rastros de sangre y el hocico de el mismo sujeto lleno de el carmín líquido, cual sonrisa mostraba el gusto que el Hollow tenía al haber devorado a los niños.*
-¡Ayuda!...¡Por favor, hagan que me suelte!....
-¡Quiero ir a casa, mamí!....
*Los niños lloraban con desespero, como si por esas lágrimas fuesen a deshidratarse por llorar de aquella forma; pero el Adjucha solo soltó una risotada y seguidamente adentró ambos cuerpos, a ambos chicos a su hocico, ese gran hocico colmilludo que pronto una vez cerrado, destrozó a los cuerpos y los devoró completamente, solo escuchándose el crujir de los cuerpos de los niños, sus gritos y luego, nada…el tragar de el Hollow indicando que la existencia de los niños ya no era algo de que preocuparse, y una gustosa sonrisa de satisfacción, el Adjucha volteó a ver a los dos Shinigami que observaban, el Teniente con sumo odio y la Tercero al mando con algo de temor incluso…*
-Miren nada más lo que tenemos aquí…el postre sin duda alguna…
*Se giraba mostrando ese tamaño que era fácil el de dos humanos promedio, el Teniente desenfundaba su Zampakutoh un poco, observando fijamente a el Adjucha, mientras la niña miraba aquel escenario….esa voz nuevamente….la voz de su Zampakutoh ‘’Yume’’…pero ahora…ya no era Yume lo que decía….sino un ‘’Ria’’…y otra vez se desvanecía…la niña confundida, se quedaba de pie intentando razonar, apenas susurrando….*
-Yume…ria…¿cuál de los dos es?...
*El Teniente por su lado, se impulsaba abalanzándose contra el cuerpo de aquel Hollow que se ponía frente a frente, como si fuese a recibir al Shinigami con brazos abiertos incluso, sonriente, el Teniente desenfundaba su espada por completo, abalanzando un tajo contra el enemigo, al tiempo que grito.*
-¡Devora, Glutony!...
*Ese grito hizo que la Tercero observase a donde el Teniente, su espada, aquella Zampakutoh se transformaba tras las palabras de su dueño, ahora no era solo una Katana, era una especie de hacha de gran tamaño, misma que en la parte afilada a un lateral de la hoja de esta, pareciera tener una boca, misma que se abría abalanzándose contra el Adjucha en un intento aparente por comerle.
Pero el Adjucha notó aquella anomalía de la Espada del teniente y se movió para evitar contacto con la boca, y aunque al evitar la boca bien recibió un corte de el arma en el hombro izquierdo, con aquella cercanía que tuvo con el Shinigami, le implantó un golpe en el cuerpo con sus garras, pero no solo fue el golpe…mismo ataque del Hollow dejó una gran herida sangrante en el Shinigami que salió disparado por los aires y aterrizo solo por chocar con un roble que derribo y cayó al suelo, una mancha oscura en sus ropas que termino pintando de rojo el suelo hizo a la Tercer oficial salir de su pensamiento…. ‘’Yume’’ y ‘’Ria’’… ¿qué significaba?..¿tenía dos nombres la Espada?....en ese momento dejó de pensar y fue donde el Shinigami herido arrodillándose ante este.*
-¡Teniente ¿Esta bien?!...
-¿Me…veo bien…?...ese sujeto es…muy…peligroso…no podrás…con él…sola…
-Cierto…siquiera puedo usar mi Shikai por que no sé el nombre de mi espada…y tú que tienes el Shikai…mira como te dejo…
-Juntos…hagámoslo …juntos…Sou…
-¿Cómo?..
*La espada del Teniente que había recobrado su forma sellada tras aquel golpe, fue recogida por el pelinegro que la vio, observando de reojo a donde estaba la de cabello castaño.*
-Es obvio que…moriré…así que…aprovecha mi poder…
-¿Cómo que…aprovechar…tu poder?...
*Sin previo aviso el Teniente había clavado la Zampakutoh que le pertenecía en el cuerpo de la niña, cual con gesto de impresión pensaba que moriría…no sentía dolor…¿síntoma que iba a morir también?...¿por qué lo hizo el Teniente?...preguntaba para si misma en su mente.
Un destello blanco y que deslumbró al Adjucha haciendo que este siquiera se acercara, que mantuviese la distancia por precaución y luego….nada…ni Teniente ni Zampakutoh de este…leves ‘’brillos’’ azul cielo revoloteaban y entre estos estaba la niña de pie…sin siquiera aquella herida de su cuerpo, tocaba su estómago como intentando comprobarlo; estaba ilesa…y se sentía de maravilla…incluso mejor que antes….
Y esa voz volvía….’’Yume…ria’’…ahora si captó el mensaje….no eran dos nombres, sino uno…solo que había sido demasiado sorda para no notarlo antes…la niña observó a donde estaba su Zampakutoh, apenas sonriendo suavemente, mientras el Adjucha le miraba.*
-¿Terminaste tu momento cursi?...por que ya perdí un bocadillo que era tu compañero, y ahora me tendré que conformar contigo, chiquilla…
-Dime más…
-Claro, con gusto, eres una enana que seguro tiene mal sabor…
*Pero la niña hablaba con la Espada, cual le contestaba y ahora le escuchaba con suma claridad…sonrió ampliamente antes de posar su mano sobre la hoja de el arma y recorrerla con la palma, musitando.*
-Canta tu danza…Yumeria…
*Emoción y gratitud la que sintió cuando un brillo azul cubrió su espada y le permitió tras terminar de recorrerla con la mano contemplarla ahora no como una Espada, sino unas tijeras de jardinero, doradas de su propia dimensión…igual a ella, así de grandes.
El Adjucha observó nuevamente aquella anomalía en la niña y un gesto fruncido mostró su enojo.*
-Oh mira…transformaste tu arma ¿y qué?...¿qué harás con eso?...¿Cortarás el jardín o qué?...
*La pelicastaña observó de reojo a donde el Hollow, con enfado.*
-Pagarás no solo lo que le hiciste a esos niños…sino también lo que le hiciste a mi Teniente…
-Tu Teniente esta en el infierno ahora y tu le acompañarás…
*Ambos contendientes se lanzaron uno contra el otro, el Adjucha llevando sus garras para atrás y con intenciones de empalar a la niña la cual mientras se lanzaba contra el Hollow tomó de las ‘’orejas’’ de la gran tijera y luego la separó, ahora teniendo un par de ‘’espadas’’ en manos, igual tomando vuelo para lanzar un doble corte contra el enemigo. La distancia se acortó un gran destello seguido de un alarido y luego, una humareda, como si hubiese habido una explosión, pero sin escucharse el estruendo de esta.
De entre ese humo emergió la niña, con las espadas en manos…sin rastro de el Adjucha, el cual había desaparecido, sin dejar rastro de si. Observó a su alrededor intentando ver si su enemigo había escapado o si estaba este oculto y listo para volver a atacar, pero eso jamás paso, y la niña regreso a la División…
Al llegar ahí se topó no solo con su capitán, un joven rubio de cabello largo y ojos azules y con este estaban un par de Shinigami, que miraron a la Tercer oficial cuando esta se presentó con el capitán nuevamente de regreso.*
-Capitán…regresé….el…el Teniente murió y el enemigo…ya fue exterminado…
-¡¿El teniente murió?!...
-¡¿Cómo ah sido posible?!...
-Cállense…Sou…buen trabajo…
*Sin siquiera agradecer el halago, la niña regresó a su habitación inmediatamente, pues si de por si se sintió extraña antes cuando obtuvo el poder de el Teniente, ahora se sentía mucho más extraña, desanimada…sin siquiera reconocerse ella misma…lo que no supo fue que el capitán le vio lo anormal en su cuerpo; sus ojos. Estos antes eran verdes y ahora…el derecho era verde y el izquierdo de un color rojo; cosa que hizo sospechar al Capitán que algo no andaba bien, además que fue el único en notar algo raro también en el reiatsu de la Tercer oficial.
Días pasaron, nada extraño y ninguna misión para la División…el Capitán no había dado rastro por el cuarto de la Tercer oficial que seguía encerrada tras esos días, sin salir siquiera a reuniones ni nada semejante. En el cuarto oscuro y frió se encontraba…en su futón tranquila, sin moverse, sentada en este con su Espada a su lado….como pensativa, un ambiente tenso rodeaba la habitación entonces.
Más un día, decidida a solicitar ayuda salió del cuarto, y en el mismo jardín donde días antes intentó conocer su Zampakutoh, ahora habían varios Shinigami, todos con trajes oscuros cual si ninjas fuesen estos; todos armados y amenazando a la niña con atacarle, y el Capitán ahí, junto a la Capitana de la Segunda División…una mujer de cabello largo castaño y ropas algo ‘’vulnerables’’ a visión de cualquiera, con su haori blanco correspondiente de la capitana de la segunda División, el capitán miró a la niña y comunicó.*
-Souseiseki Lempira…estas arrestada, no pongáis resistencia y rendirte….
-Pero…¿Por qué?...no eh hecho nada…
-No lo ocultes…tu reiatsu es sumamente extraño…semejante a Hollow y tus ojos también dan una iniciativa que algo extraño te pasó en esa misión a la que fuiste con el Teniente…
*El capitán sin duda era listo, bajo su rostro la niña…confundida ¿Reiatsu semejante a Hollow?...¿qué había pasado con aquel Adjucha entonces?...¿No lo había matado como pensó?....el desespero le entró.
En ese mismo ataque de desesperación que tuvo, su reiatsu se mostraba oscuro completamente…tiritaba la niña, temblaba un tanto….y al momento de elevar el rostro tanto capitanes como Shinigami se toparon con unos ojos con la retina negra completamente y la iri de un tono amarillento…un gesto de enfado y luego…reiatsu que cubría su cara y en su lugar dejaba una estructura ósea blanca, formando pronto una máscara que cubrió su cara completamente, cual máscara pareciera de un felino con una cínica sonrisa en los labios, leves gruñidos con eco se escuchaban de su parte.
La capitana de la Segunda División ante esto ordenó la captura y de ser posible mejor la erradicación de la extraña Shinigami que ahora era una especie de Hollow, los Shinigami inmediatamente acataron ordenes y atacaron a la niña, la cual entre saltos y golpes noqueaba a los Shinigami mientras se daba a la fuga al saltar por la barda y desaparecerse de la vista de los Capitanes y los Shinigami que quedaban de pie.
Los capitanes ante esto le siguieron, teniendo que usar Shumpo, pues la Shinigami perseguida era bastante rápida, no solo por su innata velocidad, sino por que usaba algo semejante al Shumpo aunque siquiera ella sabía que era Sonido. Pronto llegó al Dangai, donde tras un par de golpes a los vigilantes de la puerta la abrió y se introdujo en esta, para desaparecer de la sociedad de almas; terminando en el mundo de los vivos, donde lentamente la máscara y reiatsu de Hollow se desaparecía, terminando por regresarla a la ‘’normalidad’’.
La niña observó a su alrededor, resignada, resignada a volver a la Sociedad de almas…a la vida que antes llevó alguna vez, y descendió al suelo para divagar por ahí y tratar de ubicarse…de conocerse, a pensar un poco.
Caminó bastante, alejándose pronto de la zona donde antes había estado, y una voz ajena….un sujeto de pie en un poste, miró a este que parecía aún no percatarse de ella, el sujeto con cabello oscuro y ojos igual oscuros parecía recapitular lo que diría en su informe a su Capitán, desconocía la División del hombre pero sus palabras le interesaron mucho; un lugar donde vendían artículos para ayudar a los Shinigami….sin duda ahí quizás le ayudarían.
Tras escuchar la ubicación de el sitio emprendió la caminata a el mismo dicho, al llegar se topó con que era el único lugar que conservaba facciones tradicionalistas de Japón en la construcción de la ‘’edificación’’. Una casa antigua de puertas corredizas, sin más espera entró al lugar mirando para todas direcciones.*
-Buenas…¿hay alguien aquí?...
-Buenas ~ ¿Qué se te ofrece, pequeña?...
-Necesito algo que oculte mi reiatsu y para que pueda estar en este mundo…un…
-Gigai…claro…
*Siquiera terminó de decirlo y el sujeto, de cabello corto y alborotado así como rasgos que sabía ocultar tras una fachada de vendedor común caminó hacía atrás, la puerta de atrás, y entró en esta…momentos después salía otra vez, pero en brazos llevaba un cuerpo muy semejante al de ella…con ropajes azules y un sombrero, conservador de la época española seguramente, dejó el cuerpo artificial, el gigai, frente a la menor y le regaló una sonrisa a la ‘’Shinigami’’.*
-Aquí lo tienes…
-Gra..cias..aunque…por el momento no tengo…
-Con que pagar, descuida, te lo tendré a la cuenta…
*Quizás con pena, la chica se acercaba al cuerpo y se introducía en este; levantándose colocándo la Zampakutoh en su espalda, miró hacía el vendedor sonriendo suavemente en agradecimiento antes de salir.
Tras salir, simplemente…caminó por ese mundo…que debía adoptar como hogar ahora…sin un rumbo fijo definido.*
[Listo, perdón si tarde.]